La
incidencia del contenido polínico de la atmósfera sobre la salud humana es
un problema bien conocido por personas de todas las edades, que se ven
afectadas de forma importante por diversos síntomas que en su conjunto se conocen con el nombre de polinosis.
El
número de personas afectadas por enfermedades alérgicas causadas
por el polen experimentó un notable incremento, estimándose
actualmente que un 24% de la población urbana (de los que más del 40% son
niños/jóvenes) sufren reacciones positivas a los test de hipersensibilidad
frente a algún tipo polínico.
El
polen es un polvo fino compuesto por los granos, que son las células sexuales
masculinas de las plantas con flores. Estos granos se forman en el interior
de los estambres, en unos recipientes llamados sacos polínicos, y cuando
llegan su maduración, son liberados, con el objetivo de alcanzar la célula
reproductora femenina de una flor de la misma especie, denominada
ovocélula, y fecundarla. En algunas especies (plantas autógamas) el
polen puede realizar su función en la misma planta que lo formó, pero
en la mayoría de las especies (plantas alógamas) el polen sólo resulta viable si alcanza una ovocélula de otra planta de su misma
especie. El traslado del polen desde el órgano donde se formó hasta
la parte femenina de la flor se conoce como polinización y puede
efectuarse de diversas maneras, que son características para cada
especie.
El
proceso de polinización requiere que los pólenes sean células
especialmente resistentes, ya que se ven sometidos a condiciones
ambientales adversas que podrían provocar el colapso y desecación
de los componentes celulares, alterándolos y haciendo el polen inviable.
Por este motivo, los pólenes están protegidos por una cubierta llamada
exina, constituida por uno de los materiales más inalterables presentes
en la naturaleza, la esporopelenina, muy resistente a ácidos y bases y a los
cambios de temperatura.
Fonte:
informe técnico para la construcción de una trampa cazapolen y un
secador solar de polen
Como
cualquier célula, los pólenes se caracterizan por su tamaño y forma.
Pero en el caso de los granos de polen, hay características que los
describen, como son la estructura y escultura (ornamentación) de su
exina y las aperturas que pueden presentar, de la que debe observarse el
tipo (poros, colpos, la combinación de ambos o su ausencia), el
número y la disposición en la superficie del grano.
La importancia
del control aerobiológico
Las
sustancias químicas que constituyen el grano de polen pueden
desencadenar, en personas susceptibles, síntomas de rechazo
manifestados como estornudos frecuentes, lagrimeo, prurito nasal,
moquera, etc. Esto es una reacción del propio cuerpo ante unas
sustancias extrañas que entraron por las vías respiratorias. Cada
individuo reacciona de manera diferente la esta agresión exterior,
por lo que existe una gran variedad de síntomas, desde la rinitis o la conjuntivitis hasta el asma.
Es
en primavera cuando la mayor parte de las plantas desarrollan sus
órganos sexuales, es decir, las flores, para reproducirse. Sin
embargo, no todas las plantas polinizan en primavera. Algunas lo hacen
prácticamente todo el año, otras lo hacen básicamente en invierno y otras
en verano y en otoño.
Por
estos motivos, desde el punto de vista de Salud Pública, es muy
importante conocer los niveles de polen en la atmósfera como indicadores
de riesgo en los enfermos alérgicos. Siendo esta información muy útil
tanto para la población afectada como para los profesionales sanitarios
implicados en su diagnóstico y tratamiento, porque podrán adoptar
medidas para evitar al máximo la exposición al polen y también
prescribir el tratamiento profiláctico más acomodado a cada momento.
Ante
esta necesidad de considerar el contenido polínico como
una componente importante para la valoración de la calidad del aire, surgió
la Red Gallega de Aerobiología (R.G.A.). Esta red echó a andar en el
año 1988, con la formalización del primero convenio de colaboración
entre la Universidad de Santiago de Compostela, la Universidad de Vigo
y la Consellería de Medio Ambiente. Desde el año 2016, cuenta con la colaboración
de la Consellería de Sanidad.
La Red
Gallega
de Aerobioloxía se integra en la Red
Española de Aerobiología (R.E.A.), la cual forma parte de la European
Aeroallergen Network (E.A.N.)/European Aeroallergen Network Server-European Pollen Information (E.A.N.S.-E.P.I.), cuya finalidad es la de crear un banco
de datos a nivel europeo. Las unidades de alergia y los principales
laboratorios farmacéuticos europeos utilizan esta información para
mejorar y adecuar las baterías de extractos que los médicos
utilizarán en la diagnosis de la alergia.
En la actualidad la Red Gallega de Aerobiología está compuesta por cinco
estaciones, sitas en las ciudades de A Coruña, Lugo, Ourense, Santiago de Compostela
y Vigo. Para la localización de las estaciones activas en
Galicia se tuvieron en cuenta estudios previos hechos en la comunidad
gallega, que ponen de manifiesto que son las ciudades del interior las que
recogen mayores concentraciones.
Para
la instalación de los captadores en los diferentes puntos de muestreo de Galicia,
deben cumplirse los siguientes requisitos:
- Estar
el aire libre, en un lugar de fácil acceso, protegido y con toma de corriente
asegurada.
- Evitar el "efecto pantalla" de edificios próximos, que pudiesne
dificultar o interrumpir el flujo polínico.
- Estar a una altura 15-20 metros del suelo.
- Localizarse
en lugares representativos de asentamiento de la población, evitando
zonas de polución extrema que pudiera afectar a las muestras.
La metodología
empleada por la Red Gallega de Aerobiología es la metodología
estándar validada por la REA y que es común para toda
Europa. Los muestreos son semanales entre los meses de marzo y julio.
Recomendaciones
sanitarias
En general
- Es
importante conocer los tipos polínicos que le producen alergia.
Consulte a los especialistas.
- Conozca
la época de polinización de las especies que le afectan.
En los distintos medios de comunicación (internet, prensa, televisión,
etc) se puede consultar la cantidad de granos de polen existente
en el ambiente en cada zona geográfica. Si tiene esta información,
conocerá los momentos de máximo riesgo en los que debe extremar las
precauciones para evitar padecer un brote alérgico.
- Evite
las exposiciones en ambientes exteriores, tanto en los días de mayor
concentración de polen, como en las horas del día que registran los picos
de concentraciones.
- Evite
factores añadidos que pueden producir un empeoramiento de los síntomas
como humos y vapores, olores fuertes, contaminación atmosférica,
cambios bruscos de temperatura, realizar ejercicio físico sin
preparación.
- Planifique
los viajes en épocas y lugares donde no se detecta la presencia de polen
en el aire en valores superiores a los umbrales de alergia.
- Lave
con agua abundante la nariz y los ojos para aliviar los efectos de la
alergia. Lave el pelo por la noche para limpiarlo del polen acumulado
durante el día.
- Seque
la ropa en secadora o en tendales dentro de la casa, ya que en la ropa
colgada en el exterior puede acumularse el polen. Evite, por lo tanto, secar
la ropa al aire libre.
En
exteriores
- Proteja
los ojos del contacto directo con el aire con el empleo de gafas que sean lo
más envolventes posible, reducen la entrada de polen en los ojos y alivian
las irritaciones oculares.
- Evite
los parques y jardines, así como salir al campo. En caso de salir a la
calle, utilice una máscara que filtre el aire.
- No
corte el césped ni se acerque cuando esté acabado de cortar. El
corte del césped remueve el polen. Tampoco debe realizar tareas de jardinería..
- Tenga
en cuenta que las concentraciones de polen en el aire aumentan en días de tormentas
de alto contenido eléctrico y vientos fuertes.
En
interiores
- En
lugar de barrer o sacudir el polvo para limpiar la casa se utilizarán
aspiradores y trapos húmedos, por lo menos una vez por semana y en
ausencia de la persona alérgica, a ser posible. Se aconseja utilizar
aspiradores especiales para alérgicos, con un elevado poder de retención
de polvo.
- Pulverice
la casa con agua para limpiar el aire del interior de partículas.
- Se
dispone de aire acondicionado es conveniente utilizarlo porque tiene
filtros que evitan que el polen se mantenga en el interior de la vivienda.
Actualmente hay sistemas de filtración de aire que favorecen el paso
del aire a través de unos filtros que retienen las partículas.
- Evite
peluches, moquetas, alfombras, cortinas, mantas y edredones de plumas..
- Las
ventanas de la casa deben estar cerradas el mayor tiempo posible, sobre todo
durante el día. Debe procurarse también tener las ventanas cerradas
cuando haya viento, para prevenir que entre el polen en la casa.
- Permanezca
en la casa los días de mayor concentración de polen y los días de viento.
Reduzca las actividades al aire libre.
De viaje
- Viaje
en el coche con las ventanas cerradas.
- Mantenga
el interior del vehículo limpio, incluidos los conductos de ventilación.
- Utilice el aire acondicionado para filtrar el aire que entra en el automóvil y a ser posible
instale filtros antipolen.
- Evite
viajar en moto o bicicleta. El aire, que contiene granos de polen,
golpeará con mayor fuerza en la cara y puede aumentar la cantidad que
llega a las vías respiratorias. Si se utiliza la moto se hará con un casco
cerrado.
- No
se debe conducir si se toman antihistamínicos que provocan el sueño. El
grado de somnolencia es alto en los primeros días del tratamiento.